Astrid Lindgren comenzó la historia de Pippi en el invierno de 1941, cuando su hija de siete años se encontraba en la cama enferma de los pulmones, y le pidió que le contara un cuento. Lindgren se inventó así una historia muy fantasiosa, que posteriormente no sólo escucharía su hija, sino también los amigos de ésta. Dos años después, Lindgren se fracturó una pierna y comenzó a escribir el cuento, cuyo manuscrito le obsequió a su hija como regalo por su décimo aniversario. Lindgren envió el manuscrito a la editorial Bonniers, pero ésta lo rechazó. En 1945 decidió participar con su historia en el concurso literario convocado por la editorial Rabén & Sjögren, donde obtuvo el primer premio. A partir de entonces el libro alcanzó gran éxito y llegó a ser traducido a aproximadamente 70 idiomas. Los libros de Pippi son ilustrados por Ingrid Vang Nyman. En 1969, se rodó una serie de televisión. En los años 90, se difundió una serie de dibujos animados basada en las aventuras de Pippi.
El personaje de la niña anarquista recuerda en no poco por su carácter rebelde e imaginativo a su equivalente inglés anterior, Guillermo Brown, compuesto también por una escritora, Richmal Crompton, al igual que Astrid Lindgren feminista y aquejada de problemas en una pierna. Pero el personaje de Guillermo es realista y no se mueve en el terreno de la fantasía. Pippi es en la realidad lo que Guillermo intenta ser con efectos casi siempre cómicos y destructivos.